A diferencia de la forma clásica, es ligeramente curvo. Posee un teclado ergonómico que evita la necesidad del pianista de mover su cuerpo, una tapa hidráulica controlada eléctricamente, y un taburete de cuero ajustable integrado. Con más de 200 cuerdas bajo fuerte tensión y un ligero parentesco a los pianos Schimmels, es un instrumento de mucho nivel y clase. En realidad, se hicieron solamente 14 en todo el mundo (algunos dueños son Eddie Murphy, Lenny Kravitz, Prince, entre otros), y tienen un valor de 110 mil dólares.
La corporación japonesa de Yamaha ha estado haciendo pianos por mas de 100 años (negros, hermosos, majestuosos, elocuentes pianos con dueños como Rufus Wainwright, Chick Corea y Jaime Cullum, entre otros pianistas importantes). Y a su vez, desde 1955, el grupo de Yamaha se ha estado ocupando de fabricar motocicletas de todos los colores y potencias, las cuales han utilizado a lo largo de los años corredores como Kenny Roberts, Barry Sheene, Valentino Rossi, entre otros. Estos dos mundos usualmente se mantenían distantes, hasta que apareció James Toseland.
Toseland es un bicampeón mundial de carreras, quien fue reconocido el año pasado en la entrega de premios por la personalidad deportiva del año, realizado por la BBC, ya que eligió un taburete de piano en vez de la silla de su motocicleta, para salir a tocar con la Orquesta de la BBC. La votación telefónica lo llevo del puesto número 10 al número 2; terminando casi cuarto, detrás del boxeador Ricky Hatton.
“Nunca acostumbré tocar en frente de nadie, ni siquiera familiares y amigos”, dijo Toseland durante la pretemporada del circuito Jeréz, en España. “Cuando vas a 320 km por hora pasando a 100 mil personas y teniendo un casco puesto, y obviamente teniendo que concentrarte, no importa quien está mirando. Pero cuando hay que salir a un escenario y tener a 200 personas mirando fija y atentamente, como diciendo: «Vamos, diviérteme», es una presión algo distinta, que al principio no me gustaba nada”.
Pero hay algo más en esta humilde presentación. Toseland es un notable cantante, además de pianista, en la banda poco comercial Crash, quienes a menudo hacen canciones de Bon Jovi y Guns N’ Roses.
Desde este fin de semana, su preciada posesión, un piano de cola Steinway, reunirá abundantes personas en su isla, ya que ahí es donde volverá a tocar en repetidas ocasiones. “Voy a estar afuera durante 260 días, y sé perfectamente lo que voy a hacer desde hoy hasta el primer día de Noviembre. Hay mucho ajetreo, pero la vida debe estar organizada, no hay mucho espacio ni tiempo para hacer las cosas”. Al menos 15 presentaciones están planeadas para ese corto período de tiempo.
Hace poco hablábamos de algunas obras clásicas que todos debían conocer y, por cierto, nuestros lectores dijeron que la lista era corta y que faltaban algunas piezas que ellos sugerían. Aquí agregamos algunas piezas clásicas imprescindibles.
Rhapsody in Blue de George Gershwin
Casi cualquiera puede reconocer la Rapsodia en azul de Gershwin. Al igual que O Fortuna de Orff, Rhapsody in Blue fue utilizada en muchas películas y shows de televisión. Algunos la consideran estrictamente jazz, mientras que otros dicen que es una pieza clásica, cuando en realidad es una combinación perfecta de ambas. Aquí hay un hecho interesante, cuando Gershwin fue comisionado para escribir la pieza, la escribió tan rápido que no tuvo tiempo de componer la parte de piano. En su primera actuación, Gershwin improvisó la parte del piano. Más tarde, finalmente, la compuso.
Dies Irae del Requiem de Verdi
Una composición muy potente. La gente de todo el mundo, incluso a los que no les gusta la música clásica, aprecian este trabajo. Dies Irae de Verdi es posiblemente el movimiento de la obra más conocido y reconocible. Aunque, muchos amantes de la música clásica nos pueden decir el nombre y el compositor de la pieza, la gran mayoría del mundo no puede. Su corazón golpeando los ritmos y conduciendo las melodías es verdaderamente inspirador. A continuación el fragmento conducido por Claudio Abbado.
Dies Irae del Requiem de Mozart
Aunque es drásticamente distinta al de Verdi, el Dies Irae de Mozart no tiene nada que envidiarle en cuanto a la intensidad y en la ferocidad. Compuesta en 1791, esta fue la última obra escrita por Mozart. El Requiem es una pieza muy popular, no sólo por su belleza, sino que también por su misterio. Hay muchos mitos en torno a los detalles exactos de cómo se terminó el Requiem. Mozart murió antes de que la obra fuera terminada; fue Süssmayr quien en realidad terminó el trabajo.
Fueron quinientos alumnos de piano de la Universidad de West Chester, con el fin de, por palabras de un alumno, “ser criticados”.
Los estudiantes tuvieron la oportunidad de tocar dos obras de memoria, y recibir una crítica de su interpretación de uno de los doce jueces. “El evento no es una competencia”, tal como aclaró la organizadora del evento, Mary Hood. “La única verdadera competencia que los alumnos tienen es con ellos mismos”, dijo.
También afirmó que habría cuatro tipos de cintas para premiar a cada estudiante según su desempeño, correspondiendo las de color azul a las mejores interpretaciones, y las de color verde a las menos logradas. “Realmente querían la cinta azul” bromeó Hood. “Si quieres crear confianza en tu habilidad de hacer algo tú mismo, esta es la oportunidad perfecta”.
Para que los alumnos participen en el festival, debían estar nominados por sus profesores, quienes a su vez debían ser miembros del grupo de profesores que patrocina el evento. Y son los profesores (no los jueces) quienes continúan las críticas con los alumnos. “Aunque sean los profesores quienes interpretan las críticas de los jueces, el festival les da a los estudiantes la oportunidad de escuchar una segunda opinión” dijo Hood. “Ellos lo saben, no es solamente la Sra. Hood quien te dice hacer esto y aquello”.
Hood, profesora de piano en su domicilio, declaró que el evento también otorga a los profesores la oportunidad de, al ver como sus estudiantes se desempeñan, entender como sus métodos pedagógicos funcionan y como se diferencian y asemejan a los de otros instructores.
Interesante método para aplicar por escuelas y conservatorios.
Los pianistas que hacen recitales solos parecen tener trabajo duro. Mueven sus hombros de arriba abajo y sacuden sus brazos, presionan y hasta golpean las teclas, pero siempre manteniendo una expresión tan constante en sus rostros que seria posible olvidar que lo hacen por diversión.
Chick Corea, por otro lado, realmente disfruta sus conciertos de piano. No es solo su genial y comunicativa personalidad que mantiene en el escenario, hablando y divirtiéndose con el público como si fuera una reunión de amigos en un cuarto con un piano; hay algo mas importante acerca del enfoque de Corea hacia la música.
Temprano en su show solista, Corea anuncia que va a interpretar algunas melodías de Thelonious Monk. Dadas las diferencias en sus formas de tocar, nadie podia esperar que Corea suene de la misma forma que Monk.
Pero Corea fue mas allá de eso, alejando notablemente las melodías de Monk de sus lecturas originales. Un blues Monk, el cual los músicos de jazz tratarían como lento, un blues torcido, se transformó en un abstracto boogie-woogie en las manos de Corea. Claramente fue más Corea que Monk, pero el pianista mostró elementos que otras interpretaciones nunca ofrecerían.
En escencia, Corea enseñó como escuchar nuevas melodías, un ejercicio que repitió toda la tarde del show. Su inusual forma romántica renovó por completo las piezas de Monk, y a su vez realizó Vals para Debby (en un tributo a Bill Evans, mas tarde en el show) en una astuta reversión, estableciendo el tema en tiempo comun antes de cambiarlo a vals para la improvisación (la grabación original de Evans lo hace al revés).
Hubo momentos en los que Corea interpretó segmentos de música clásica, evocando a artistas como Debussy y Ravel. Sin embargo, cuando Corea se focalizó en el repertorio clásico actual, incluyendo selecciones de los preludios de Alexander Scriabin, su confianza en la destreza como solista fue insuficiente para sacarle brillo y sombra a las piezas (aunque su improvisación en el preludio no. 4 fue brillante).
A pesar de todo, Corea dejó en claro desde el principio que interpreta las piezas por diversión, introduciéndolas con un chiste: “Bienvenidos a mi sala de ensayo”. Y de hecho, al final de un show de casi tres horas, organizó un juego en la audiencia para cantar en una parte de “But Beautiful”, “On Green Dolphin Street” y “España” (que se muestra en el video que sigue). No sonaría exagerado afirmar que muchos de los espectadores volvieron a sus casas con aire de triunfo.
El segundo fragmento textual de Doctor En Alaska que he conseguido localizar íntegramente, y que os ofrezco con satisfacción, es precisamente el discurso que Chris dirige al público momentos antes de accionar la enorme catapulta construida en las afueras del pueblo. Nuestro personaje ya ha desechado la idea de lanzar a la vaca, y la ha sustituido por un piano de pared que ha encontrado por casualidad entre las cenizas de la casa de Maggie:
O Fortuna de Carmina Burana por Carl Orff
Por lejos es la más consultada sobre el trabajo clásico, O Fortuna se toca en cientos de películas, programas de televisión, comerciales y otras formas de medios de comunicación. Muchos de los que escucharon esta famosa pieza pueden tararear la melodía y, a veces, la describen como inquietante, atrapante y grandiosa. O Fortuna es el movimiento de apertura de Carmina Burana de Carl Orff, un trabajo para una gran orquesta, coro y vocalistas solistas. Se la puede escuchar en la película 300 y en el siguiente video.
Rapsodia Húngara número 2 en en Do sostenido mayor por Franz Liszt
Cuando escuché esta pieza para lo que pensé que era la primera vez, me sorprendí por lo familiar que me era. Después de escucharla varias veces más, de repente me golpeó… la había escuchado en unos dibujitos de Bugs Bunny hace 15 años. Estaba tocando la pieza en frente de una gran audiencia entre muchas distracciones. No creo que los dibujos animados se sigan haciendo de esa forma. Lang Lang la interpreta seguidamente.
Sous le dôme épais de Delibes
Siendo ya bien conocida, El dúo de la flor de Delibes se hizo cada vez más popular por el uso de la obra de British Airways en una campaña publicitaria reciente. Esta clásica pieza cuenta con un dúo entre una coloratura soprano y una mezzo-soprano.
Esta pieza de Delibes se encuentra también en las películas El presidente americano, Tomb Raider y La familia de mi novia. A continuación una bella interpretación.
La palabra «gnossienne» describe varias piezas de la música de piano compuesta por Erik Satie que no encajan en ninguno de los estilos actuales de música clásica como un preludio para piano o una sonata. Satie solucionó fácilmente este dilema simplemente titulando a las piezas con una palabra completamente nueva e inventada, en este caso «gnossienne». Aunque la etimología y la pronunciación de la palabra «gnossienne» inventada por Satie siguen siendo un misterio para muchos, lo que está claro es que sus seis gnossiennes son maravillosamente únicos e intrigantes. Acto seguido, la famosa pieza número 1.
La creación de los Gnossiennes
Satie compuso sus primeros tres gnossiennes alrededor del año 1890, sin tiempo para líneas de compaces (práctica a veces denominada «tiempo absoluto») ni marcas de tempo tradicionales o incluso de notas musicales. Los resultados peculiares de Satie pueden ser leídos como una poesía musical ya que uno puede interpretar la pieza con muy pocas restricciones, puesto que sus marcas de tiempos fueron hechas con frases como «no dejes», «suavemente, con intimidad» y «no estes orgulloso». Los primeros gnossiennes (Nros.1 y 3) se publicaron en septiembre de 1893 en Le Fígaro musical Número 24, mientras que el Nº 2 fue publicado en Le Coeur el mes siguiente. Los tres gnossiennes restantes, Nros. 4-6, fueron compuestos en 1891, 1899 y 1897, respectivamente. Sin embargo, no fueron publicados hasta 1968.
Las cualidades musicales de los Gnossiennes
Los gnossiennes de Satie a veces son vistos como una continuación musical de su popular Trois Gymnopedies, aunque algunos musicólogos creen que se parecen mucho más a sus Sarabandas. De cualquier manera, es evidente que música como esta nunca fue compuesta antes, por lo que es fácil entender por qué se le dio este enigmático título a los mismos. Los sentimientos inherentes de la atemporalidad e infinidad de cada pieza proceden de los trabajos de la naturaleza cíclica ya que puedes dejar repitiéndose cada gnossienne y nunca distinguir claramente el comienzo y final si no fuese por la pausa generada por tu reproductor de CD generada entre cada tema. Al igual que Gymnopedies, Satie compone melodías solitarias con cadencias y fraseos apoyados por armonías y estructuras de acordes poco complejas y casi elementales, aunque utiliza mayormente tríadas y algunas inversiones.
La Sinfonía Eroica fue representada por primera vez en privado a principios de agosto de 1804. Hubo dos posibles actuaciones posteriores, incluyendo a una en el Palacio Lobkowitz el 23 de enero de 1805. Sabemos por escritos descubiertos de Lobkowitz, uno de los patrones de Beethoven, que la primera actuación pública fue el 7 de abril de 1805 en el “Theater-an-der-Wien” en Viena, Austria. Esta claro que la actuación no fue tan bien aceptada o entendida como le hubiera gustado al compositor. «Incluso el alumno de Beethoven, Ferdinand Ries, fue inducido por la entrada del cuerno falso a mitad del primer movimiento y fue reprendido por decir que el compositor había entrado mal. Harold Schoenberg nos dice que, «El Musical de Viena se dividió por los méritos de la Eroica. Algunos la llamaron la obra maestra de Beethoven. Otros dijeron que el trabajo simplemente ilustró el afán de la originalidad».
Sin embargo, quedó claro que Ludwig había planeado conscientemente para componer una obra de amplitud y alcance inigualable. Tres años antes de que escribiera la sinfonía Eroica, Beethoven había declarado que no estaba contento con la calidad de sus composiciones hasta la fecha y que «De ahora en adelante tomaré un nuevo camino».
Claves y estructuras de la Eroica
La obra fue compuesta en Mi bemol Mayor y la orquestación llamó a dos flautas, dos oboes, dos clarinetes, dos contrabjos, tres cuernos, dos trompetas, timbales y cuerdas. Hector Berlioz discutió el uso del cuerno con Beethoven (compaces 166-260 durante el tercer movimiento) y el oboe (compaces 348-372 durante el cuarto movimiento) en su «Tratado sobre Orquestación». La sinfonía es la tercera de Beethoven (opus 55) y consiste de cuatro movimientos.
Las Cuatro estaciones de Vivaldi es inequívocamente el trabajo mas famoso de Antonio Vivaldi. Obviamente, integrado por un total de 500 conciertos, uno de ellos estará obligado a ser un éxito. Seguramente escuchaste muchos movimientos de las Cuatro Estaciones de Vivaldi en películas como Juago de espías o Lo que importa. Seguramente fuiste a un casamiento en donde se tocaron las cuatro estaciones de Vivaldi. Si paras y escuchas, es probable que se este tocando en algún lado.
Notas e información histórica
Las cuatro estaciones de Vivaldi se publicaron en 1725, en un conjunto de doce conciertos titulados “Il cimento dell’armonia e dell’inventione” (El cimiento de la armonía y la invención). Cada concierto es distinto en la forma de los movimientos rápidos-lentos-rápidos. Las cuatro estaciones de Vivaldi apelaron especialmente al francés. El Rey Luis XV le tomó cariño a ‘Primavera’ (que se aprecia en el video que sigue) y ordenó que se toque en los momentos menos esperados.
Las cuatro estaciones de Vivaldi esta entre la música mas audaz de programa del periodo barroco. Antonio Vivaldi escribió los Sonetos para que vayan a la par con cada movimiento de las Cuatro Estaciones. Que asombroso es como Vivaldi con exactitud retrató cada Soneto sin perder la calidad total y el balance del trabajo. Yo recomiendo escuchar cada movimiento de las Cuatro Estaciones mientras se leen los sonetos correspondientes. Es realmente una experiencia única.
Frühlingsstimmen (Voces de Primavera) de Johann Strauss II es uno de los valses mas famosos creado por Strauss. Compuesto en 1882, el vals Voces de Primavera de Strauss ha estado cautivando al público desde entonces. El Vals Voces de Primavera fue escrito para incluir a una soprano solista, más probablemente para Bianca Bianchi, una coloratura para una soprano bien conocida y talentosa, durante la época de Strauss. Sin embargo, su debut en Viena fue mal recibido. No fue hasta que el vals fue estrenado en Rusia que obtuvo la atención que se merecía. Poco después, Strauss transcribió el vals Voces de Primavera para piano. Su labor recientemente revisada le hizo ganar una aclamación crítica, y su fama llegó mucho más allá de Viena.
Mientras que no hay pausas ni movimientos en esta pieza musical, el vals puede ser dividido en tres partes de dos pares de valses basados en las ideas musicales presentadas en el trabajo. El primer par de vals, y el más familiar de los tres, comienza en forma tradicional. Su frase declarativa de apertura da paso a su famosa melodía fantástica. A medida que progresa, Strauss introduce su par energético, antes de repetir el tema de apertura. La segunda parte del vals tiene un sonido casi pastoral. Sus melodías gentiles y armonías son un contraste delicioso con el par anterior del vals. Mientras que el tercero sigue siendo el más variado y el menos restrictivo, parece encajar perfectamente dentro del vals. Por último, Strauss re-introduce el tema de apertura para finalizar la pieza.
George Ives, el padre de Charles Ives, fue un líder de la banda del Ejército de los EE.UU. durante la Guerra Civil Americana. George Ives fue un músico consumado, recibiendo entrenamiento en flauta, corneta, violín y piano. Él enseñó en lecciones privadas y toco en varios shows de viajes. «Mollie» Elizabeth Parmalee, La madre de Charles, dio a luz a Charles el 20 de octubre de 1875 y a J. Moss un año más tarde. George y Mollie se casaron el 1 de enero de 1874.
Ives, influenciado fuertemente por su padre, tomo rápidamente interés por la música en una temprana edad. Estudió piano y órgano con varios profesores. Ives también recibió lecciones informales de su padre, mientras que Charles cantaba en una clave al mismo tiempo que su padre lo acompañaba tocando otra. Cuando Charles tenía 14 años, se convirtió en organista de una iglesia, convirtiéndolo en el organista asalariado más joven del estado. En 1894, después de que Ives comenzara a estudiar en Yale, su padre murió repentinamente de un ataque al corazón.
Cuando Ives entró a Yale, fue un virtuoso en el piano y en el órgano. Sin embargo, debido a su participación en la iglesia protestante y en la música folk americana enseñada por su padre, Ives tenía poco conocimiento en la música clásica. Mientras estudiaba con Horatio Parker, fue estimulado a aprender estilos de música por imitación (como su padre), que pueden ser escuchados en la Sinfonía N º 1 de Ives. Ives también estudió griego, latín, francés, alemán, literatura, matemáticas y ciencia política. Después de graduarse en 1898, Ives eligió un plan de carrera en seguros. Su primer trabajo fue en la Mutual Life Insurance Co en la ciudad de Nueva York. Después de trabajar en otra compañía de seguros, creo su propia compañía, Ives & Myrick, que se convirtió en un gran éxito. En su tiempo libre, el todavía componía y tocaba el órgano en Danbury, Nueva York, New Haven, y Bloomfield. Ives se casó con Harmony Twitchell en 1908. Después de casarse, dejó de tocar el órgano durante los fines de semana (que le permitió tener aún más para componer).
A finales de la década del 20, Charles Ives sufrió una cadena de ataques cardíacos. Lamentablemente, estó desencadenó en el final de su composición. Sin embargo, él siguió revisando y reafinando sus composiciones anteriores. Ives se retiró de los seguros en 1930, y le dedicó su tiempo a la música. Asistió a varios estrenos de sus obras. Continúo trabajando con sus piezas. A Ives le diagnosticaron diabetes y más tarde murió a causa de un accidente cerebrovascular. Harmony donó sus manuscritos a la biblioteca de Yale. Seguidamente la Sonata para piano Número 2 de Charles Ives.
“The Really Terrible Orchestra” está formada instrumentistas no tan confiables que por alguna razón u otra nunca pasaron un cierto nivel de conocimiento. La orquesta fue fundada en Edimburgo, Inglaterra en 1995, por el novelista escocés Alexander McCall-Smith, el residente bajista de la orquesta, su esposa (la flautista), y Peter Stevenson «para alentar a los que fueron impedidos de tocar música, ya sea por falta de talento o por algún otro factor, para tocar la música en compañía de otras personas afectadas de manera similar». Inspirado en las orquestas de las escuelas de sus hijos, McCall-Smith y Stevenson salieron a buscar una orquesta amateur con la que pudieran tocar. Los esfuerzos de McCall-Smith y Stevenson no dieron resultado ya que no pudieron encontrar una orquesta para unirse.
En su lugar, pusieron anuncios en varios diarios buscando músicos amateurs para formar su propia orquesta. La respuesta fue abrumadora. Después de contratar a un director de orquesta real, Richard Neville Towle, la “Really Terrible Orchestra” ya era oficial. Su primer concierto, dado a una pequeña multitud, fue un gran éxito que reunió risas y aplausos. Desde entonces, la “Really Terrible Orchestra” se convirtió en una orquesta destacada regularmente en el Festival Fringe de Edimburgo, uno de los festivales de arte más grande del mundo.
Si te gusta saber la hora y tocar pianos de primera clase, entonces vas a querer el reloj Steinway & Sons para que te ayude a saber en todo momento qué hora es. Un producto solo para fanáticos de la marca, la última gama de relojes caracteriza la forma icónica del piano de cola.
De acuerdo con la compañía: «Hemos puesto mucho cuidado en la selección de los diamantes preciosos en el dial del modelo para damas; recordemos también que el reloj incluye partes de madera de un piano Steinway». Por el lado de los hombres, el reloj está disponible en oro de 18k blanco, amarillo o rosado y es resistente al agua hasta 30 metros. La edición limitada de 1853 unidades de cada modelo va a costar £6,800. Para las mujeres, el reloj también va a estar disponible en oro de 18k blanco, amarillo o rosado y va a contar con 140 diamantes, puestos a mano. También va a costar £6,800. Algo mas caro que algunos modelos de pianos Steinway.
Ludwig Van Beethoven (1770-1827) ocupa un lugar especial en la historia de la música. Sólo Bach o Mozart podrían ser comparados con su popularidad hoy en día. Su música es ampliamente conocida, incluso por aquellos que no son considerados aficionados a la música clásica. Recordemos que hace poco hablamos de las variaciones Diabelli. Uno de sus trabajos más grandes y más conocido es su Novena Sinfonía, comparable a la sinfonía Eroica, que contiene su melodía popular conocida como «Oda a la alegría». Este impresionante trabajo marca el final de la escritura sinfónica de Beethoven; ¿o no? ¿Escribió Beethoven en verdad diez sinfonías?
Beethoven fue conocido por su propensión de pasar por muchos borradores antes de producir un producto final. Una mirada a cualquiera de sus partituras originales nos mostrará numerosas notas tachadas y melodías re-escritas. Como resultado, existen muchos bocetos desde que murió en marzo de 1827, pero muy pocos de ellos fueron etiquetados, y ¿como podría uno encontrar una sinfonía que supuestamente no existe?
El Dr. Barry Cooper, un musicólogo y estudiante de Beethoven, se decidió a principios de 1980 para encontrar algunas pruebas de este trabajo sin precedentes. «Yo no estaba buscando un Décima Sinfonía. Yo estaba buscando una», dijo. Leyendo una descripción del trabajo de Karl Holz, un amigo de Beethoven que había escuchado los inicios del trabajo tocado en el piano por el propio Beethoven, conocía el trabajo iniciado con una introducción en la clave Mi bemol y seguida por un Allegro en Do menor. Fiel a la descripción, Cooper encontró bocetos que coincidían con la misma!
Aunque se había hecho un descubrimiento emocionante, era sin dudas el descubrimiento de una obra incompleta. Sólo alrededor de 250 compaces para un primer movimiento podrían ser unidos entre sí, y sólo existieron ideas de lo que habría sido el resto de la obra. Además, no se pude establecer un orden claro, y trabajar con fragmentos de armonías es difícil. Aún así, el doctor Cooper unió los fragmentos disponibles para formar un primer movimiento. Usando a las técnicas de componer normales Beethoven, logró completar la sección inicial de la Décima Sinfonía. «El objetivo… era acercarse lo más posible a lo que el compositor pretendía, sin dejar de ser consciente de que el éxito completo fue inalcanzable».
Esta fascinante pieza musical fue estrenada en 1988 por la “Royal Philharmonic Society”, el grupo al que Beethoven le había ofrecido su Décima Sinfonía sólo días antes de su muerte! Como era de esperar, los críticos se mostraron escépticos y la actuación en si misma recibió mucha exageración de los medios. Aún así, el doctor Cooper consideró a la actuación un éxito. Una grabación de la pieza está disponible en los clásicos IMP (PCD 911) con Wyn Morris conduciendo a los miembros de la “Orquesta sinfónica de Londres”.
¿Qué es la música medieval?
La música medieval se caracteriza por el uso significante del canto. Más tarde fue armonizada con cuartas, quintas y octavas. Muchos estilos de música tomaron forma durante el Periodo Medieval: El canto gregoriano, los motetes, los dramas liturgicos y las «chansons».
Manuscritos de la música medieval
Debido a que el costo de impresión, que significaba escribir a mano y copiar cada pieza de música para cada miembro, era muy alto, sólo las instituciones más ricas (iglesias y monasterios) fueron capaces de crear y duplicar manuscritos, para las cuales eso era un ícono. La música popular en ese momento no estaba impresa, y, por lo tanto, su estilo es relativamente desconocido. Ya que la notación de la música que hoy conocemos todavía no estaba inventada, la interpretación musical pudo variar drásticamente entre quienes creaban e interpretaban la música. Muchos de los instrumentos utilizados durante el Periodo Medieval todavía existen en la actualidad. Entre ellos el pan-flauta, la corneta medieval (un antecesor de la trompeta), el grabador, el laúd, la mandolina y por último, pero no menos importante, el dulcimer.
Art Vista Productions, anunció hoy la versión 2.0 del Piano de Cola Virtual Versión 2.0. La versión 2.0 ofrece compatibilidad Mac-Intel, así como nuevas características, y un nuevo interfaz para el software de piano. Incluso la pantalla de muestra fue re-editada para esta oferta.
El Piano de Cola Virtual Versión 2.0 ahora incluye un gran número de preajustes específicos en el teclado calibrado, y permite que elijas tu teclado controlador de una lista de opciones disponibles. Esto garantiza una precisión del 100 por ciento al tocar el teclado y en la respuesta de tocado, sin importar que teclado controlador se utilice para tocar el software. Otras nuevas características son: numerosos estilos de grabación y tocado disponibles directamente desde la interfaz principal, muestras controlables desde la interfaz, tres bandas EQ, excitador, sonido surround panning, sonidos musicales del pedal que interpretan y se ajustan al estilo de tocado, compresión en tres niveles, así como la saturación de la cinta, reverberación de encendido/apagado con control de los parámetros desde la interfaz, manejo preciso y auténtico de la reproducción cuando se suelta el pedal, y presets de usuario programables.
El Piano de Cola Virtual Versión 2.0 también mejoro sus unísonos e hizo unas menores correcciones en su sintonía. Tambien ofrece una completa compatibilidad con la versión 1.0, y todos los presets de la versión anterior están disponibles en la versión 2.0, incluyendo a un gran número de «Estilos de Grabación» emulando sonidos de famosas grabaciones de piano de todos los géneros desde 1950 hasta hoy.