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La sonata «Patética» de Beethoven (Parte 2)

7 comments

El último nombre era el del editor de la obra y el de Lichnowsky correspondía al príncipe, gran «amateur» y mecenas generoso, cuyo palacio de Viena se hallaba frecuentado por los hombres más eminentes de las artes. Sus conciertos semanales tenían fama en todo el imperio por la calidad de la música que en ellos se escuchaba y de los instrumentistas que tomaban parte. Lichnowsky fuá uno de los grandes y más fieles amigos que Beethoven tuvo desde su juventud, llegando en su afecto y admiración por el compositor a alojarlo en su propio palacio durante algún tiempo. En agradecimiento a dicho personaje, al cual ya dedicara Beethoven su «opus» 1, le dedicó también esta sonata y otras importante obras posteriores, como la segunda sinfonía.

De tal modo, Beethoven, quien comenzó su carrera recogiendo brillantemente la herencia de sus ilustres predecesores, señaló muy pronto orientaciones futuras con su genio creador, pues ya en la Sonata Patética, escrita probablemente, antes de cumplir 28 años, se muestra un indicio, el primer intento de unidad cíclica, a base de un motivo cíclico, célula temática generatriz de la composición. De esta iniciativa genial, explotada y desarrollada más tarde notablemente por diversos maestros modernos (Franck, especialmente) daría después Beethoven otras pruebas aún mucho más admirables y decisivas. Ese motivo básico de la Patética es un diseño ascendente formado por cuatro notas (sol, do, re, mi bemol), las cuales engendran varios de los temas principales o se encuentran contenidas en ellos de modo sugerente. d’Indy, quien no concede a la música de esta obra especial importancia entre otras de sus contemporáneas, reconoce que su arquitectura es extraordinaria en su época. >> Ir a la parte 3.

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  • […] El año 1798 fué una fecha memorable en la historia de las sonatas beethovenianas, pues en el fueron compuestas o concluídas nada menos que siete de esas composiciones incluyendo las tres de violín y piano, Opús 12. Si, como es lo más probable, la magnífica séptima nació en los primeros meses del año mencionado, la creación de la célebre Patética siguió inmediatamente a esa tercera sonata del “opus” 10. Pero la publicación de ambas fue separada por un año largo, pues la obra 13 no se anunció por el editor hasta 18 de diciembre de 1799, apareciendo entre las dos sonatas el trio para piano, clarinete y violoncelo, Op. 11, y las tres indicadas sonatas de violín, Op. 12, dedicadas a Salieri, de quien el gran maestro recibía aún lecciones de estilo vocal. Desde el momento en que se publicó la Patética adquirió fama, siendo la primera obra de Beethoven que se popularizó rápidamente, a lo que contribuyó, tal vez su título sugerente, único ideado por el autor, pues Claro de luna, la Aurora y la Appasionata, que siempre han sido tan popalares como aquella, fueron así tituladas por el capricho ajeno. Mucho se ha comentado el referido título Op. 13, recordándose que el adjetivo patético expresa pasión, desde luego, pero pasión atormentada, dolorosa profunda, capaz de conmover intensamente. La opinión más exacta, a nuestro juicio, es la de Reinecke, con la que coinciden otras muchas. Dicho compositor v profesor alemán afirma que a ese calificativo de patética responde solamente el primer tiempo. Realmente, en el sereno y plácido adagio el “pathos” desaparece por completo, fuera de algún acento pasajero y en el rondó, si se recuerda algunos instantes, se halla muy atenuado y suavizado, casi hasta la amabilidad. Asimismo, es cierto que numerosas composiciones o fragmentos de ellas entre las escritas por el autor ofrecen un carácter todavía mucho más patético que el primer tiempo de esta sonata, aunque Beethoven no las especificara con tal título. La primera edición de la octava sonata para piano apareció con el siguiente epígrafe y dedicatoria: “Grande Sonate pathétique, pour le Clavecin or Piano-forte, composée et dédiée a Son Altesse Mongseigneur le Prince Charles de Lichnowsky, par Louis Van Beethoven. Oeuvre 13. Joseph Eder am Graben”. >> Ir a la parte 2. […]

  • Hola, quiero partituras para piano de Beethoven, ya que es mi compositor favorio, por favor poned alguna, porque me gustaría estudiar otras partituras a parte de las que me mandan en el conservatorio, ven ga besos a todos

  • Buenos días, me gustaria, que me dijeran donde he de ir para continuar formándome en esta mi pasión que es la música, soy española y llevo muy poco tiempo residiendo en Miami. Soy clarinetista, siempre he estado en contacto con el ambiente musical de banda, me gustaria continuar mis estudios.

    Gracias por su atención, atentamente;

    Anna

  • me gustaria sabe que significa esta frase los que comprendan mi musica quedaran libres de ttodas las miserias que los demas hombres arrastran consigo gracias (urgente)

  • Gustavo Rivera Prieto dice:

    «El que comprenda mi música quedará libre de todas las miserias que los demás hombres arrastran consigo» (Beethoven)

    Frase de Beethoven, la busque en internet y la encontrè.

    Saludos,

    Gustavo.

  • envienme partitura de patetica de bethoben y liebestraum de franz lisz

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